3. Fotoperiodicidad


Campo con flores bajo licencia Creative Commons, fuente: Flickr

La fotoperiodicidad es la regulación de distintos procesos del desarrollo de la planta por la duración del día y de la noche.

Estos procesos son de distinto tipo: floración, formación de bulbos y tubérculos, fructificación, etc.
Cada planta presenta un fotoperiodo diferente, de modo que podemos distinguir:

* Plantas de día largo. Son plantas que necesitan fotoperiodos de entre 15 y 16 horas para desarrollarse. A este grupo pertenecen la avena y la remolacha.

* Plantas de día corto. Son plantas como el arroz y el maíz que necesitan fotoperiodos de entre 8 y 15 horas para desarrollarse.

* Plantas de día neutro. Son plantas en las que la floración es independiente del fotoperiodo. Entre este tipo de plantas se encuentran la judía, el pepino, etc.

Para poder reconocer estas "señales" las plantas tienen un pigmento denominado fitocromo. Éste cambia su estructura según la luz recibida. Este cambio estructural induce cambios en las células que, a su vez, implican cambios en la actividad de la planta.

 

A diferencia de la primavera, en otoño el fotoperiodo se hace más corto y los árboles entran en fase de reposo.
(imágenes bajo licencia Creative Commons, fuente: Flickr)

 

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La reacción de las plantas al fotoperiodo comenzó a estudiarse en 1920 cuando encontraron que las plantas de tabaco no florecían en verano y sí lo hacían en pleno invierno cuando disponían de las mismas condiciones térmicas del verano con idénticos tratamientos, pero estaban sometidas al acortamiento luminoso de los días de invierno. Se dedujo, entonces, que la duración del día diferente, era la causa de su floración.