2.2. Ambientes petrogenéticos


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Para clasificar las rocas seguimos un criterio genético, es decir, en función de como se han originado los minerales que las componen distinguimos distintos grupos. Como existen tres tipos principales de cristalización distinguiremos también tres tipos básicos de rocas. Estas son: las rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias.

Las dos primeras se forman en profundidad por efecto del calor interno de la Tierra y la presión (rocas endógenas). Las rocas sedimentarias se forman sobre la superficie terrestre (rocas exógenas), bien por transformación de materiales rocosos existentes o por precipitación química.


 

  • Rocas ígneas o magmáticas: formadas por enfriamiento y solidificación de un fundido (magma). Pueden ser de dos tipos: plutónicas (formadas en profundidad) o volcánicas (en superficie).

  • Rocas metamórficas: formadas a partir de otras preexistentes. Los minerales y textura de las rocas cambian debido a variaciones de presión y temperatura. Por ejemplo, por la cercanía de un magma o el gradual enterramiento en cuencas sedimentarias.

  • Rocas sedimentarias: formadas por acumulación de sedimentos que, sometidos a procesos físicos y químicos (diagénesis), dan lugar a materiales más o menos consolidados de cierta consistencia. También se pueden originar a partir de procesos de precipitación en cuencas marinas o lacustres.


Los distintos tipos de rocas pueden, con el tiempo, dar lugar a otras siguiendo un ciclo (ciclo de las rocas)